Tratado para frenar la contaminación por plástico: el acuerdo debe incluir a todos los trabajadores del ciclo de vida del plástico

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La CSI acoge con satisfacción el último paso para alcanzar un tratado mundial para acabar con la crisis de la contaminación por plástico, pero ha exigido la adopción de medidas inmediatas para garantizar una transición justa para los trabajadores.

Casi 200 países acordaron una resolución en virtud de la cual se establece un Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) con el objetivo de finalizar un proyecto de acuerdo mundial jurídicamente vinculante para finales de 2024.

La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, dijo: “Es positivo que la resolución final reconozca el papel fundamental que desempeñan los trabajadores de la economía informal y las cooperativas de trabajadores en la recolección, la clasificación y el reciclaje de plásticos en muchos lugares”.

“Sin embargo, el tratado final debe reconocer la importancia de todos los trabajadores en el ciclo vital de los plásticos, desde la fracturación hidráulica de combustibles fósiles hasta la producción y los desechos”.

“Debe incluir planes integrales para una ‘transición justa’ a fin de abordar las futuras repercusiones del tratado para estos trabajadores de manera justa. Pero, sinceramente, el mundo no puede esperar. Necesitamos con urgencia planes de transición justa en cada empresa y cada país, para todos los trabajadores afectados”.

“Colaboraremos plenamente con el CIN para garantizar que se escucha a todos los trabajadores de la cadena de suministro de plásticos y se vela por sus intereses”.

Se prevé que el CIN presentará un tratado jurídicamente vinculante que abordará:

  • el ciclo de vida completo de los plásticos;
  • el diseño de productos y materiales, y
  • la necesidad de colaboración internacional para facilitar el acceso a la tecnología y la cooperación científica y técnica.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señala que la producción mundial de plástico ha aumentado hasta aproximadamente 400 millones de toneladas al año, de las cuales se estima que solo se recicla el 9%.

El resto se vierte en basureros o en el medio ambiente, incluidos unos 11 millones de toneladas métricas que se vierten cada año en el océano. Se prevé que esta cifra se duplicará para 2030.