Manzi destacó que, tras el dramático impacto de la pandemia, los ODS son hoy más relevantes que nunca. Y en esta perspectiva, subrayó que el Objetivo 8 es particularmente clave para construir una recuperación centrada en el ser humano y tiene un fuerte efecto de palanca sobre los otros Objetivos.
Para los sindicatos y los trabajadores, una recuperación y resiliencia impulsada por el ODS8 requiere las siguientes cinco acciones:
- Invertir en empleos respetuosos con el clima, con medidas de Transición Justa negociadas a través del diálogo social con los interlocutores sociales.
- Aumentar la protección social para alcanzar la cobertura universal. Esto también incluiría la creación de un Fondo Mundial de Protección Social para apoyar a los países más pobres en este sentido.
- Fortalecer la igualdad a través de la promoción de oportunidades de empleo para las mujeres y los jóvenes, invirtiendo en la economía de los cuidados, pagando la misma remuneración por un trabajo de igual valor, estableciendo un salario mínimo vital, y eliminando la violencia de género en el mundo del trabajo.
- Asegurar que estas políticas puedan financiarse. Esto puede hacerse mediante el refuerzo de la cooperación al desarrollo, el alivio de la deuda, la fiscalidad progresiva, así como acabando con la evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos.
- Establecer un nuevo modelo de gobernanza mundial que sea inclusivo, multilateral y que incorpore a los interlocutores sociales a través del diálogo social.
Sobre la gobernanza mundial, Manzi añadió: "Esta es la única manera de lograr la resiliencia mundial. Y ahora mismo, el imperativo moral de la gobernanza mundial es garantizar el acceso universal a las vacunas Covid-19".
Para concluir, Eric Manzi reiteró el compromiso del movimiento sindical internacional de seguir comprometiéndose con los Estados miembros de la ONU para estar a la altura del reto de construir un mundo que no deje a nadie atrás.
La intervención de Eric Manzi está diponible aquí